
Conclusiones

Revolución Francesa (1789-1799): Puso fin al absolutismo, instaurando principios democráticos y los derechos humanos, que son la base de muchos gobiernos actuales.
Revolución Industrial (siglos XVIII-XIX): Introdujo la mecanización de la producción, el capitalismo y el crecimiento de las grandes ciudades, transformando la economía y la sociedad, pero también creando desigualdades y explotación laboral.
Movimientos sociales del siglo XIX: Impulsaron luchas por derechos laborales, igualdad de género y la justicia social, marcando el camino hacia los derechos laborales, el sindicalismo y el papel activo de las mujeres en la política.
¿Cómo transformó el mundo?
La Revolución Industrial y La Revolución Francesa del XIX han transformado la sociedad, la tecnología y la economía, dando forma al mundo moderno. En el aspecto social, la urbanización acelerada y la aparición de la clase obrera cambiaron la estructura tradicional de la sociedad. En conjunto, estos cambios impulsaron el desarrollo de la sociedad moderna, estableciendo las bases para la globalización, la innovación tecnológica y el sistema económico actual. Sin embargo, también generaron desafíos como la explotación laboral y la desigualdad, los cuales aún influyen en el mundo contemporáneo. En cuanto a los movimientos sociales, el socialismo y la lucha obrera respondieron a las injusticias del sistema capitalista, buscando una mayor equidad social y mejores condiciones laborales. Estos movimientos sentaron las bases de reformas sociales fundamentales, como la regulación de las jornadas laborales y el derecho a huelga