
Tiempos De Cambio
El INICIO DE
UNA NUEVA
ERA (1789 1914)
Entre finales del siglo XVIII y principios del siglo XX, el mundo vivía una serie de transformaciones radicales que dieron forma a la sociedad moderna. Durante este periodo, tres grandes movimientos revolucionarios impactaron profundamente la política, la economía y la sociedad.
1. La Revolución Francesa (1789-1799): puso fin al absolutismo y sentó las bases de la democracia moderna.
2. La Revolución Industrial (siglo XVIII-XIX): introdujo nuevas tecnologías que cambiaron la producción y la economía global.
3. Los movimientos sociales del siglo XIX: impulsaron derechos laborales, la lucha por la igualdad y el socialismo.
Estos procesos no solo cambiaron sus países de origen, sino que influenciaron el mundo entero, estableciendo principios que aún hoy guían la sociedad.


Antes de estas revoluciones, la sociedad estaba dominada por el absolutismo, la economía agraria y una estructura social rígida basada en privilegios de la nobleza y el clero. Sin embargo, con la llegada de nuevas ideas filosóficas y tecnológicas, el mundo entraría en un proceso de cambio irreversible:
Política: Se pasaría de monarquías absolutas a gobiernos representativos y democráticos
Economía: La producción artesanal fue reemplazada por fábricas y el sistema capitalista.
Sociedad: Las clases sociales cambiaron y surgieron nuevos derechos para trabajadores y mujeres.
UN MUNDO EN TRANSFORMACIÓN


capitalismo
¿Cómo transformaron la revoluciones del siglo XIX el mundo moderno?
Las revoluciones del siglo XIX, especialmente la Revolución Francesa, la Revolución Industrial y los movimientos sociales, provocaron una transformación profunda del Antiguo Régimen al Nuevo Régimen, sentando las bases de la modernidad. El Antiguo Régimen se caracterizaba por la monarquía absoluta, una sociedad estamental y una economía agraria de subsistencia. Con la Revolución Francesa, se abolieron los privilegios feudales y se proclamaron principios de igualdad y soberanía popular, dando paso a sistemas políticos más democráticos. La Revolución Industrial impulsó el desarrollo tecnológico y la urbanización, cambiando la estructura económica hacia el capitalismo y fomentando el crecimiento de las ciudades. Los movimientos sociales del siglo XIX, como el liberalismo y el socialismo, promovieron reformas en derechos laborales y sociales, desafiando las jerarquías tradicionales y abogando por una mayor justicia social. Estos cambios marcaron la transición hacia el Nuevo Régimen, caracterizado por la consolidación de Estados-nación, economías industriales y sociedades más igualitarias.